Las entidades bancarias han pasado de ser aliadas de los agentes inmobiliarios a ser competidoras. Si en los momentos en los que el sector de la construcción estaba en auge la concesión de un préstamo hipotecario era relativamente sencillo, el estallido de la burbuja ha invertido los términos. Bancos y cajas de ahorros ya no solo han ralentizado la financiación para la adquisición de una vivienda, sino que han visto como su cartera de activos inmobiliarios se ha multiplicado por los impagos, de ahí la necesidad de desprenderse de las propiedades.
Es decir, las entidades han pasado a ser también vendedoras de pisos. Ese hecho ha provocado la reacción de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), un colectivo que agrupa a unos 2.000 agentes que operan en Galicia, y que ayer se presentó en Ourense.
Profesionalización
Su presidente, Benito Iglesias, señaló que bancos y cajas «hacen competencia desleal». Y para ilustrar su crítica puso un ejemplo: «Si tú vas con un cliente a una entidad para pedir un crédito sobre el piso que le vas a vender, el banco o la caja le oferta las propiedades que tiene la entidad, con lo cual puentean a los agentes inmobiliarios».
Francisco Pérez Barro, miembro de la junta directiva de Fegein, advirtió además que en las oficinas bancarias «no hay una profesionalización adecuada» como para desarrollar unas funciones que, según el colectivo, deben hacer los agentes del sector.
Ante esta tesitura, la propuesta que trasladan es llegar a acuerdos con las instituciones financieras para que los propios agentes inmobiliarios sean los encargados «de la comercialización» de los excedentes que se han ido acumulando y que lastran los balances de bancos y cajas.
Noticia: La Voz de Galicia
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